21 de mayo de 2012

El color del cristal...

Nota antes de comenzar: me voy a referir a continuación al área de la educación en casa, y en concreto a los blogs de gente que educa en casa.


De vez en cuando surgen voces entre los que leen los blogs de madres que educan en casa a sus hijos, quejándose en cierta manera de lo bonitas e inaccesibles que son las cosas que se muestran. La vida de estas mujeres parece de color de rosa, todo sale bien y es bonito. No se les quema nunca la comida, los niños aprenden latín y mandarín, y ellas hacen de todo todos los días porque son tan organizadas que pueden con eso y más.

Yo pienso que hay que saber leer en internet, sobre todo un blog. Hay que aprender a leer entre líneas.

No hay que confundir el continente y el contenido. Hay gente con blogs bonitos visualmente, que hacen preciosas fotos, o que de vez en cuando crean y publican cosas bonitas.

Pero, ¿es siempre así? ¿Todas sus actividades son tan bonitas y perfectas? Lo dudo.


Por otro lado, si una misma, de forma privada en un trozo de papel escribe todo -todo- lo que ha hecho en un día, ya sea en su casa, su trabajo o con sus hijos, todo eso 'abulta'. Te sientes bien de repente, cuando lo miras y piensas en lo que te ha cundido el día. Sencillamente, el escribir lo que uno ha hecho lleva a prestarle atención y a que te des cuenta de cuántas cosas hace uno cada día sin percibirlo.

Ahora bien, haciendo 'trampa'...

Puedes además adornar las actividades que haces con tus hijos; por ejemplo, no mencionando cómo reaccionaron frente a ellas, el tiempo que les gustó hacerlas, el tiempo que te llevó prepararlas...

O puedes publicar sólo actividades o proyectos que hayan gustado a tus hijos.

Y no decir que los niños han pasado de la actividad totalmente o que no les gustó.

O que prefieren jugar todo el día o ver la tele o lo que sea que prefieran en ese momento.

En fin, que todo lo que es estático (foto o entrada en un blog) y subjetivo (escrito por una madre) hay que mirarlo con lupa, tomar lo que te pueda ir bien o te guste, y no agobiarte por la supuesta perfección de quien lo escribe.

Tampoco digo que haya que usar el blog sólo como desahogo y escribir únicamente cosas tristes o iracundas o lo que viene a llamarse "la verdad de la vida". "La vida es dura", decía un capítulo de un libro de mi infancia, Historias de Jorge, y te partías de la risa cada vez que la frase se repetía.

Tomarse las cosas con sentido del humor suele ser lo mejor en estos casos -no digo tomárselo a broma, sino valorando críticamente lo que se nos presenta, pero con mente abierta a la vez.


Personalmente me gusta leer blogs de gente que escribe con sinceridad, aunque no hagan proyectos superguays. Es entonces cuando me aficiono a lo que escribe esa persona, me emociono y empatizo con ella, porque la sinceridad atrae. Me gusta leer cuando las cosas les han ido bien y cuando les han ido mal.

Me gusta leer blogs como el de Simon Webb o el de Valentina (ambos por desgracia un poco parados en el tiempo últimamente), que escriben críticamente de un tema, el homeschooling, en el que están involucrados personalmente. Aunque eso sí, no se trata de criticar vaciamente, sino proponiendo soluciones o al menos dejando una puerta abierta a cambiar o a mejorar. La crítica vacía sólo aporta... No aporta nada, sólo irritación que no va a ninguna parte.


Porque para que un proyecto salga adelante hay que ver lo bueno y lo malo, e intentar cambiar esto último. Es necesario reinventarse, mejorar lo que se pueda mejorar, potenciar lo positivo si lo negativo no puede eliminarse, dejar de quejarse y actuar.

Nuestras familias y la educación en casa se lo merecen.

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