27 de enero de 2013

Una cita

Hablando de uno de los personajes de Casa Desolada, de Dickens, al que se le pide que decida una ocupación a la que dedicar su vida, pero a quien le cuesta mucho encontrarla:

Había pasado ocho años en una escuela pública y según entendía yo, había aprendido a hacer diversos tipos de versos en latín de la forma más admirable. Pero, que yo supiera, nadie se había molestado en averiguar cuál era su verdadera vocación, ni cuáles eran sus puntos débiles, ni de adaptarle a él ningún tipo de conocimiento. Lo habían adaptado a él a esos versos, y él había aprendido el arte de hacerlos con tal perfección que de haberse quedado en la escuela hasta cumplir la mayoría de edad, supongo que hubiera podido seguir haciéndolos una vez tras otra, salvo que hubiera ampliado su educación olvidando cómo se hacían. Pero, aunque me parecía que sin duda eran muy hermosos, y muy educativos, y muy suficientes para montones de cosas en la vida, y algo que recordar a lo largo de la vida, sí que dudaba de que a Richard no le hubiera convenido también que alguien lo estudiara a él un poco, en lugar de que él estudiara tanto aquellos versos en latín.

Este debe ser un problema común, que los educadores (en casa o en colegio) perdamos de vista cuál es el objetivo de educar a otra persona.

Ilustración original de Hablot Knight Browne, para Bleak House.

26 de enero de 2013

Estado de lecturas

fuente: la desconozco; es una pintura que me gustó y guardé en el ordenador, pero olvidé apuntar de quién era. ¿Alguien lo sabe?

Hay veces en que los libros no terminan de resonarnos. Esto nos ha ocurrido con La isla del tesoro, de R. L. Stevenson. Nos ha llevado cinco meses llegar al capítulo veinticinco, para dejarlo aquí. El porqué de que no terminásemos de conectar con él no es único: quizás por el exceso de nombres marineros que rompían la narración porque no sabíamos a qué hacían referencia; por la caída de ritmo a partir de la primera parte de la posada; porque la voz del muchacho Jim, que es la que cuenta casi toda la historia, suena más a adulto refiriendo sus recuerdos de niño.

Un libro que sí gustó a Joel, aunque tardamos también en leerlo, ha sido La Granja del Sauce, de Enid Blyton. Personalmente la prosa no me acaba de enganchar. Es lo que me ha pasado con los libros de esta autora al releerlos de adulta. De niña, me encantaban, pero ahora... Ni siquiera por la nostalgia soy capaz de leerlos con gusto, me resultan  aburridos en cierta manera, la forma de escribir es plana y no dibuja demasiado bien ni los personajes ni las situaciones. Pero a Joel le ha gustado. A mí lo que me encantan de sus libros, y eso para siempre, es la descripción de las comidas, las meriendas, los picnics, con las famosas cervezas de jengibre de Los Cinco, y los huevos cocidos, la mantequilla y los bizcochos que compraban en las granjas... Ay, qué tiempos.

Como parte de las lecturas que tiene que hacer Joel por sí mismo, dentro del programa de este año, estaba Alicia para niños, una adaptación de Alicia en el País de las Maravillas, hecha por Lewis Carroll para primeros lectores. Conserva el encanto de la primera Alicia, y es más fácil de leer para niños solos.

Así que ahora comenzamos con otras tres lecturas: La casa del bosque, de Laura Ingalls; La telaraña de Carlota, de E. B. White; Cuentos de hadas, de Perrault.

Con Vina es más sencillo, porque seguimos leyendo cuentos de Beatrix Potter y de los Grimm.

Nota: los libros que leo yo, los voy subiendo a QLC. Los libros que leo con los niños o que usamos cada curso, están en De Libros.

22 de enero de 2013

Ocupaciones de Joel

A veces pienso que este blog da una imagen excesivamente formal del homeschooling que practicamos en casa. Como si el día se pasara entre tareas escolares y formales, cuando es justo lo contrario. En casa se juega casi todo el día, se ven dibus en la tele (hay días que demasiados), se sale con amigos... Todo eso que compone la vida 'normal' de unos niños de ciudad que no viven aislados de su medio aunque carezcan de lo que parece ser la principal forma de relacionarse con los demás con que cuentan los otros niños actualmente: la escuela.

A Joel a veces se le ocurren proyectos que compensan su falta de interés en otros campos que a mí me gustaría que le interesasen más (valga la redundancia en el interés). Para muestra basta un botón:





1. Collage con instrumentos y publicidad de fondo (ignorad la publicidad, que son cosas regaladas)
2. Gafas clásicas para (perdonad que me ría) ver imágenes en 3D (lo que hace treinta años o más era lo más de lo más para ver cine y fotos en tres dimensiones)
3. Cohete en cartón y papel, que a día de hoy sigue tal cual lo veis
4. Excavación casera buscando un fósil falso enterrado en yeso del Paleozoico o antes

21 de enero de 2013

Más noticias de la blogosfera jomesculera

Últimamente he tenido el placer de colaborar con dos madres practicantes del homeschooling, que suelen estar bastante presentes en la red. Son Silvia y Meninheira.

Silvia acaba de reunificar sus blogs y lugares que le son propios bajo el dominio Silvia Online, así que cambiad las direcciones url en vuestros lectores si la seguís, y si no, os diría que merece la pena comenzar a hacerlo (si aceptáis un consejo, a través de Bloglovin, estupendo lector de blogs).

Meninheira ha vuelto a publicar en el Colinho. Gran noticia para los que la seguíamos en este blog y en HS (de nuevo, cambiaos a Bloglovin, que tiene un entorno estupendísimo y fácil de usar).

[Edito para decir que Bloglovin no me paga comisiones por darle publicidad... pero podría hacerlo, ya que estamos].

14 de enero de 2013

Ideas cuando uno se plantea hacer homeschooling con niños por debajo de los 6 años


Hace unos días recibí un correo electrónico de Carmen, madre de una niña de dos años, que pedía un poco de información relacionada con la educación en casa, ya que ha comenzado a interesarse por ella. Le contesté, y pensé después que podía publicar en este blog la respuesta, por si ayuda a otras personas con niños pequeños, que se planteen el homeschooling. Muchas gracias, Carmen, por tu permiso para publicarlo.

Antes de nada, aclarar que cuando mi primer hijo era aún pequeño, hacía cosas como si estuviéramos en el colegio. No con horarios, pero sí con mi autoexigencia de enseñarle lo que suponía que estaban enseñando a sus pares en los colegios. Mentalidad escolar que tiene una. Pero que ahora, cuando mi segunda hija, de cuatro años, está en esa edad en que muchos padres en España mandan a los niños al colegio, a Educación Infantil, yo me he vuelto un tanto hippie. Vina no tiene, por mi parte, obligación diaria alguna de tipo escolar, sino que aprende lo que desea y al ritmo que quiere. Precisamente es ella la que quiere aprender a escribir letras y la que ha aprendido sola a contar y sumar (sumas sin llevada, aclaro, y sencillitas).


En resumidas cuentas, que hasta los 6 ó 7 años, no deberíamos hablar de educación formal, sino más bien de crianza, y de integrar a los niños en el mundo, y casi, casi, de unschooling.


Las ideas que di a Carmen se distribuyen en dos grupos:

... Respecto a los padres:

  • Habladlo bien entre vosotros para llegar a un acuerdo. La pareja debería estar mínimamente de acuerdo con esta opción, que es verdad que muchas veces es más bien idea de uno que del otro. Se pueden establecer negociaciones cuando uno de los padres no está muy convencido, como probar una temporada, por ejemplo durante el periodo de Infantil -que en nuestro país no es obligatorio- o hasta el primer ciclo de Primaria. Ahí suele ser, en la práctica, donde se aclaran muchas dudas de los padres.
  • Leer mucho sobre todo lo que caiga en tus manos acerca del tema. Hay ya varios libros en español sobre educación en casa, muchos más en inglés. Hay blogs y páginas en internet, en ambos idiomas. Lee para hacerte una idea de los pros y los contras, de lo que supone para distintas familias y niños el educarse en casa.
  • Contacta con familias que eduquen en casa para poder reunirte con ellas y salir de vez en cuando, que los niños se conozcan, que veáis de primera mano cómo es la cosa (esto también suele aliviar las dudas de la pareja, si ve la normalidad de otras personas, que no son bichos raros... dentro de las peculiaridades de cada persona).
  • Ve preparando a familiares y amigos si la cosa ya está decidida. Esto no es obligatorio. A veces es mejor no decir nada y esperar a que la gente se dé cuenta. Esto depende de lo que tú consideres que es mejor, sabiendo cómo son los que os rodean. Prepárate tú también a responder preguntas y salir al paso, que los otros vean que es una opción pensada y repensada y que tiene sentido llevarla a cabo.
  • Lee sobre opciones educativas. Es posible que al final acabes haciendo un batiburrillo de cosas con tu hija: un poco de Waldorf por aquí, un poco de Montessori por allá, ahora Charlotte Mason... Pero viene bien para conseguir ideas el estudiar, no en profundidad, sino a nivel usuario, las varias pedagogías que existen. Yo lo hice sobre todo a través de la red, porque realmente ninguna me interesó lo bastante hasta que conocí la Educación Clásica y la de Charlotte Mason, y de ambas tengo algunos libros en casa (en inglés).

... Respecto a tu hija: con dos años, y hasta los 5 ó 6, se puede considerar que la estás criando. Más que necesitar educación necesita conocer el mundo y adquirir habilidades básicas para su vida actual y futura. Con mi primer hijo cometí el error de intentar emular lo que hacían en los coles, y aunque lo pasé bien planificando y haciendo, no funcionó demasiado, porque él no estaba interesado en esas cosas de aprender a leer y escribir.

Con niños pequeños yo soy de la idea de hacer cosas como estas:

  • Desarrollar una rutina cotidiana, donde más o menos el niño sepa qué esperar cada día. Esto no significa días idénticos, sino darle una pequeña estructura al día, como por ejemplo con las comidas y el sueño. Irá variando en función de la edad, la época del año, etc.
  • Jugar, jugar, jugar. Solos, con otros niños, con los padres, como sea.
  • Que te acompañen en las cosas que hagas a diario y que ayuden si quieren. A mi hija le ha gustado siempre ayudarme en la cocina. Hay niños a los que les gusta limpiar la casa. Otros van contigo a la compra. Mil opciones. Lo que no haría es adaptar mi rutina para vivir pendiente del niño sino al revés. Es decir, el niño acompaña a los papás en su vida y los papás le involucran en lo que ellos hacen. Por supuesto, hacerle un hueco supone ver también las necesidades del niño en cada momento y adaptar las actividades de los padres a ellas. Es un proceso que va en ambas direcciones.
  • Darle materiales para que cree, tipo pinturas, plastilina y todo eso.
  • Leerle, llevarle a la biblioteca para que saque sus libros.
  • Que cante, baile, toque instrumentos, salga al campo o al parque cuando sea posible...
  • Acompañarle y estar pendiente para saber lo que demanda en otros campos. Es decir, si de repente tu hija quiere aprender a escribir, o le gustan las princesas, o quiere aprender todo sobre las momias, proporcionarle el material o los recursos para satisfacer esa inclinación.

No sé si se me queda algo en el tintero. Sólo decirte que lo pases bien si al final os decantáis por educar en casa. El homeschooling no debería ser nunca un sacrificio, sino el resultado de considerar que es la mejor opción para vuestra familia, pese a que haya temporadas bajas y que te quemes. Yo nos veo más como madres-fénix, que resurgimos de nuestras cenizas después de pasar por baches, y entonces subimos a lo más alto otra vez... hasta la siguiente fase cuesta abajo. Pero así es la vida con todo.

11 de enero de 2013

Organizando rutinas - 1 (porque seguro que hay más entradas sobre el tema)


El horario de trabajo cotidiano de Charlotte Mason, tal como aparece en The Story of Charlotte Mason, de Essex Cholmondley. Lo vi en Simply Charlotte Mason. Estoy intentando organizar una rutina diaria para mí y los niños, de manera que haya tiempo para casi todo, y que sea distinta, si es necesario, para los días de trabajo fuera y los días de trabajo en casa.

Usaré bloques de tiempo, de manera que asignaré determinadas actividades a ciertos momentos del día. Por ejemplo, las tareas del hogar fluyen si las hago después del desayuno. Las tareas del cole van mejor si se hacen por la mañana. El parque, mejor por la tarde. Etcétera, etcétera.

Después de programar lo llevaré a la práctica, pero aún no sé si asentando primero un bloque de tiempo durante tres semanas, por ejemplo, o directamente introduciendo todos los bloques a la vez.

7 de enero de 2013

Equilibrio emocional

Lo que comenzó como una semana off-schooling allá en noviembre se convirtió al final en un mes y pico de vacaciones. Durante este tiempo, mientras una voz incómoda me recordaba todos lo que no estábamos estudiando, las semanas sin hacer nada de historia o ciencias o latín, otra voz me decía: aprovecha la oportunidad para estar con los niños, sin más. Para escucharles, jugar un poco con ellos, acompañarles, saber qué les interesa, mediar un poco en sus disputas...

De ahí surgió la idea para este artículo que podéis leer en Homeschooling Spain.

Geografía Elemental también en papel


El sorteo de un ejemplar en pdf de Geografía Elemental se hizo ayer. El número que salió fue el 34. Enhorabuena, Wayra.

Ahora tenemos disponible el libro también en formato papel, desde Lulu. Si alguien lo desea puede comprarlo aquí.

Gracias a todos los que habéis participado en el sorteo.

3 de enero de 2013

2 de enero de 2013

Primeras letras


Vina ha alcanzado un hito en su desarrollo: se empieza a interesar por las letras y las palabras. Le sugerí el otro día que si quería aprender a escribir su nombre, que copió letra por letra del que yo le mostré. Más tarde ha hecho unas tarjetas para sus abuelos, y en cada una fue poniendo el nombre del destinatario y el suyo.

Siempre es emocionante el ver cómo los niños adquieren este tipo de habilidad.

1 de enero de 2013

feliz Nuevo Año


And now we welcome the new year, full of things that have never been. - Rainer Maria Rilke


New Year's Day--Now is the accepted time to make your regular annual good resolutions. Next week you can begin paving hell with them as usual. - Mark Twain